My process comes from digging deeper into the traumas of my childhood. Although my upbringing was filled with love and fondness, I hated myself growing up for being queer, fat, and gender nonconforming in a neighborhood that was structurally run by gangs. I’ve devoted my life to return to those spaces of trauma and provide gentleness, love, and acceptance. By choosing to insistently return to those corners of my memory, I aim to heal myself and unlock the parts of my person that I chose to hide for survival. Doing so allows me to be more fully open with myself and with others, which produces honest artwork. By revisiting myself I am tapping into my innate knowledge that allows me to reevaluate and bring forth references that I may take for granted.
Conceptually my work uses Washington Heights as a geographical anchor that allows me to find ways to materialize what it means to be human - to be me. I question diasporic practices, nostalgic ceremonies, and the loudest vibes in order to capture all the references, motivations, and inspirations that ignite what’s in my mind into action and affect/create my surroundings.
I attempt to do this through visual arts such as fiber installations that question the associations of object and material. Murals that juxtapose location according to the subject and by organizing events and educational opportunities to uplift morale, provide a platform for emerging artists, and provide a resource that may be lacking.
Mi proceso proviene de profundizar en los traumas de mi infancia. Aunque mi crianza estuvo llena de amor y cariño, me odié a mí misma cuando crecí por ser queer, gorda y no conformista con el género en un vecindario que estaba estructuralmente dirigido por pandillas. He dedicado mi vida a regresar a esos espacios de trauma y brindar amabilidad, amor y aceptación. Al elegir regresar con insistencia a esos rincones de mi memoria, mi objetivo es curarme y desbloquear las partes de mi persona que elegí ocultar para sobrevivir. Hacerlo me permite ser más abierto conmigo mismo y con los demás, lo que produce obras de arte honestas. Al volver a visitarme, aprovecho mi conocimiento innato que me permite reevaluar y generar referencias que puedo dar por sentado.
Conceptualmente, mi trabajo utiliza Washington Heights como un ancla geográfica que me permite encontrar formas de materializar lo que significa ser humano: ser yo. Cuestiono las prácticas diaspóricas, las ceremonias nostálgicas y las vibraciones más fuertes para capturar todas las referencias, motivaciones e inspiraciones que encienden lo que hay en mi mente en acción y afectan / crean mi entorno.
Intento hacer esto a través de artes visuales como instalaciones de fibra que cuestionan las asociaciones de objeto y material. Murales que yuxtaponen la ubicación según el tema y mediante la organización de eventos y oportunidades educativas para elevar la moral, proporcionar una plataforma para artistas emergentes y proporcionar un recurso que puede faltar.